Niños y niñas experimentaron cultivos y cosechas de productos agrícolas en Quito

Un grupo de niños y niñas junto con personal del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), visitaron la Asociación de Productoras de la Argelia Alta en Quito. El propósito fue conocer  el cultivo y cosecha de vegetales que producen las mujeres de este sector, entre ellos: rábanos, arvejas, choclos, papas, zanahorias y coles de Bruselas.

David Sánchez, técnico de Redes Comerciales del MAGAP, explicó que el propósito de esta visita de los niños y niñas al Huerto Comunitario, es sensibilizarlos sobre la labor que cumplen los agricultores para obtener los productos de la tierra hacia las mesas de los hogares ecuatorianos. “Los niños y niñas conocieron cómo se elabora el abono orgánico,  cómo se utiliza la lombriz, cómo siembra una planta, saber que de una semilla nace una planta y que en el proceso final sirve para consumirla”.

Los pequeños palparon la tierra oscura y húmeda, transformada en guachos o surcos. Observaron que dentro de ellos habitan pequeños animales invertebrados como lombrices, gusanos y hormigas.  Silvia Masa, coordinadora de la asociación, mientras les enseñaba  cómo cultivar cada semilla sobre la tierra, indicaba la importancia de cuidar cada uno de esos seres que forman parte del ecosistema.

Ella es una apasionada de la agricultura orgánica y urbana. “Nos dedicamos a sembrar todo lo que son hortalizas, cuidamos el medio ambiente para alimentar de manera sana a nuestra familia y a la ciudadanía”.

Las integrantes de esta asociación ubicada al suroriente de Quito, representan a 12 familias. Cuentan con parcelas pequeñas en sus casas. Todas se juntan en el Huerto Comunitario, ubicado a pocos metros de la asociación, para iniciar cada mañana sus actividades de cultivo, cosecha y venta directa. “También elaboramos conservas, por ejemplo, pasta de tomate que está en proceso de adquirir el registro sanitario, mermeladas, picles (verduras picadas acompañadas de vinagre, agua y sal), elaborados con  productos que nosotros mismo sembramos”, agregó la coordinadora.

Leonor Tierra, miembro de la Asociación, toma en sus manos  pimientos, cebollas y tomates orgánicos para mostrar lo que la tierra provee cuando se la trabaja. “Todo producto es cero químico, porque respetamos los tres elementos fundamentales  suelo, agua y medio”.

Cuando tienen excedentes de productos, ya sea en sus huertos o  lugar de trabajo, elaboran conservas. Ese es el caso de la mermelada de cereza silvestre con zanahoria, uno de los productos que empieza a promocionarse. “Las cerezas son de una compañera que tiene una finca en Guayllabamba”, agregó Tierra, mientras exhibe la presentación de la mermelada de color amarillo, en un frasco de vidrio.

Las personas y organizaciones interesadas pueden adquirir canastas con estos productos, a diferentes precios, como lo hizo Gabriela Vallejo, una ciudadana en estado de gestación. Ella prefiere este tipo de vegetales “porque son muy saludables, uno llega a sentir el verdadero sabor del alimento, previenen enfermedades y le van hacer bien a mi bebé”, dijo.

Entre el grupo de niños y niñas, José Andrés y Eduarda conversaron sobre su experiencia en la siembra de rábanos y cosecha de frutillas. “Aprendimos a cuidar a las plantitas. Ellas necesitan agua y sol. No debemos matarles a las plantitas, ni pisarles”.

El primer y tercer domingo de cada mes se puede ubicar a las productoras de la Asociación de la Argelia Alta, en el parque de La Carolina, cerca del Jardín Botánico de Quito. Ellas realizan la venta directa de sus productos y canastas, denominado circuito corto.


 

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