En Unamuncho, Ambato, se producen cuyes con certificación en Buenas Prácticas Agropecuarias

Tungurahua, 15 de julio de 2025.- Hace 25 años, Gladys Morales buscaba un sustento e ingreso extra para su familia. Sin muchas opciones y con las manos acostumbradas al trabajo del campo, decidió empezar con lo que conocía: la crianza de cuyes. Comenzó con apenas 15 cuyas reproductoras en un pequeño galpón improvisado en su casa, en la parroquia Unamuncho, del cantón Ambato.
Con el tiempo se convirtió en una pasión y en un emprendimiento que crece con fuerza, pues llegó a tener más de 300 cuyes.
La Finca Topacio, tiene su nombre en honor a su madre y su afición por el melodrama. Este espacio productivo, desde 2018 es referente de inocuidad, pues ha obtenido la certificación en Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) hasta la actualidad, gracias al incentivo y trabajo técnico del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en coordinación con la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), en la zona.
La certificación otorgada es el resultado de un proceso de mejora continua, pues Doña Gladys aprendió a manejar su producción con orden, higiene, cuidado animal y resiliencia al cambio climático.
Además, ella es parte de las Agencia de Extensión Rural (AER), en las que se imparten capacitaciones y asistencia técnica permanente del MAG. En junio se graduó obteniendo un certificado que avala 66 horas de formación teórica, técnica, práctica especializada en el rubro que trabaja, con ello, aprendió a implementar innovaciones en sus galpones y optimizar la genética de los animales para garantizar productos más seguros para el consumidor.
Los principales mercados a los que se destina sus cuyes son para el cantón Mocha y para comercializarlos en la provincia de Pichincha.
“Cuando comencé, lo hice por necesidad. Hoy lo hago con orgullo, porque sé que mis cuyes son un alimento sano y producido con responsabilidad”, mencionó Gladys durante la entrega del certificado.
Por su parte, César Pastuña, director Distrital del MAG en Tungurahua, indicó que “este reconocimiento se otorga a su disciplina, aplicación de conocimientos técnicos y cumplimiento de estándares. La certificación BPA permite al productor garantizar alimentos inocuos, mejorar su productividad y acceder a mercados más exigentes”.