MAG impulsa prácticas y saberes ancestrales para fortalecer el cultivo de quinua

Quito, 25 de febrero de 2021.- Con el propósito de identificar prácticas y saberes ancestrales en el cultivo de la quinua, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Subsecretaría de Agricultura Familiar Campesina y la Dirección de Saberes Ancestrales, organizó el “II Encuentro de Saberes y Prácticas Ancestrales en el sistema productivo de la quinua”.

Los conocimientos serán plasmados en un “Catálogo de prácticas y saberes ancestrales y matriz fenológica del cultivo de la quinua”, material que será compartido con los productores y consumidores de la Sierra, para de esa manera fortalecer la cadena de valor de este cultivo, mediante el incremento de la superficie cultivable y el consumo en el país.

En este encuentro, coordinado con el Comité Europeo para la Formación de la Agricultura (CEFA), el Viceministro de Desarrollo Rural del MAG, Héctor Romero, destacó los valores nutricionales de la quinua, por lo que afirmó que la entidad impulsa y fortalece su cultivo, mediante la implementación de sistemas sostenibles, con tecnologías acordes a la realidad.

“La quinua se ha convertido en un elemento fundamental de la alimentación moderna”, dijo el Viceministro, quien agradeció al CEFA que, mediante el programa de cadenas de valor, brinda el apoyo necesario para revalorizar el cultivo de este grano andino que, predominantemente, se da en las provincias de Imbabura, Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi y Pichincha.

Para encontrar las prácticas y los saberes ancestrales, en el encuentro se aplicó una metodología de trabajo con los productores que tengan conocimiento tradicional en el sistema productivo de la quinua, para coordinar, intercambiar y sistematizar conocimientos.

En ese sentido, el encuentro comenzó con una ceremonia ancestral en la provincia de Imbabura. Luego iniciaron las ponencias magistrales sobre prácticas y saberes ancestrales. La boliviana Dora Tambo, de la Asociación de Productores de Quinua y Pecuaria de Pomani Ayo Ayo, la Paz, compartió conocimientos ancestrales y el uso de bioindicadores naturales que se aplican durante el proceso productivo.

Tambo mencionó que existen fito indicadores, zoo indicadores, indicadores astronómicos, indicadores meteorológicos, así como valoran las tradiciones, fiestas, y el permiso a la Pacha Mama. También habló de pronósticos naturales en los que basan su observación para los cultivos, aunque lamentó que la nueva generación de agricultores no maneja el uso de indicadores naturales.

Desde Cotopaxi, Francisco Gutiérrez presentó pan, helados y cócteles que se efectúan con este grano andino, mientras que desde Imbabura Roberto Tocagon se refirió al uso y la conservación de semilla nativa, que se la obtiene a través del intercambio o trueque “para que no se pierda”.

Señaló que en la cosmovisión indígena existen siete pisos altitudinales; cada piso tiene una riqueza agrícola, pero destacó que “la quinua es un alimento esencial en las comunidades rurales”.

Mariano Sagñay, productor de Chimborazo, expuso el bioconocimiento en el cultivo de la quinua. Afirmó que desde hace 15 años producen quinua orgánica, y manifestó que para las prácticas se basan en las fases lunares. Por ejemplo, en el cuarto menguante aplican los bioles, insecticidas naturales y fungicidas; mientras que en la luna llena realizan el abonamiento, es decir incorporan abono verde al suelo (la vicia sembrada es pasada con un tractor para que se convierta en abono).

Posterior a estas exposiciones, los aproximadamente 500 productores participaron, de manera virtual, en los Diálogos de Saberes enfocados en cuatro ejes: productivo (Imbabura), bioindicadores (Chimborazo), consumo y gastronomía (Cotopaxi) y sistemas de comercialización (Bolívar).