Tungurahua: implantación de microorganismos en los cultivos genera una producción limpia

Los abonos orgánicos mejoran la producción.

En la parroquia rural Juan Montalvo, de la ciudad de Ambato, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de los técnicos de la Estrategia Hombro a Hombro, promueve la producción limpia con la aplicación de nuevas alternativas orgánicas, que remplazarán los fertilizantes y plaguicidas sintéticos.

Mediante la asistencia técnica y capacitación práctica a los productores en el campo, se busca que el uso de abonos orgánicos y microorganismos en los cultivos, aumente la demanda de alimentos frescos y sanos para el consumo humano, permitiendo alcanzar un mejor estilo de vida.

Con esa idea visionaria, regresó al país Víctor Parra, luego de vivir por 22 años en el extranjero. Hace ocho consume alimentos orgánicos y desde entonces considera necesario que las personas aprendan a alimentarse de manera adecuada, con productos que no contengan químicos ni fertilizantes, ya que son componentes dañinos para la salud y además muy costosos.

Parra retomará la agricultura con el cultivo de la mora, para lo que se asesora con los técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería.

“Estamos capturando microorganismos para hacer el cambio del suelo en donde cultivaremos las plantas de mora; estamos aprendiendo y eso está bien que el Gobierno apoye a los agricultores”, dijo.

Los Microorganismos Eficientes Autónomos (EMAs) son una combinación de microbios beneficiosos de cuatro géneros principales: bacterias fototrópicas, levaduras, bacterias productoras de ácido láctico y hongos de fermentación.

Estos microorganismos son biodepredadores que contienen varios agentes microbiológicos que aumentan el rendimiento y la producción agrícola, generando mayor germinación, floración, fructificación de los cultivos y así reducen daños fisiológicos en las plantas.

Martín Muñoz, técnico del MAG explicó el proceso de preparación de estos microorganismos. “Las trampas se las prepara con un componente a base de arroz, melaza y caldo de carne. Se coloca en una tarrina y debe ser sellado con una malla; se la entierra en lugares donde no haya intervenido la mano del hombre”.

Otra opción que tienen los productores para promover la agricultura orgánica es la elaboración de abonos como el compost y el bocashi, insumos naturales que son utilizados para el mejoramiento nutricional de pastos y cultivos, los mismos que son impulsados a través de capacitaciones por parte de los técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería.

El compost, conocido también como abono orgánico completo o compuesto, resulta de la descomposición aeróbica de los desechos de origen vegetal y animal en un ambiente húmedo.

El bocashi es producto de la fermentación aeróbica de desechos de carácter vegetal y animal, al que se puede agregar elementos minerales para enriquecerlo. Este abono está considerado como muy seguro y eficiente, conteniendo los elementos necesarios para la nutrición de las plantas.

Rocío Núñez, productora de la Asociación San Miguel de Montalvo, sector el Empalme, manifestó que la atención oportuna de los técnicos de la Estrategia Hombro a Hombro es de gran ayuda, porque dan asistencia técnica y capacitación continua en el tratamiento de los desechos sólidos que producen los animales.

“Hemos aprendido a elaborar bocashi; la planta mejora con este abono y el fruto también engrosa. Es muy buena la producción”, recalcó.

De acuerdo al Plan de Intervención Parroquial, que desarrolla el MAG, se registra como uno de sus indicadores la producción y elaboración de bioinsumos o abonos orgánicos. Es así que en lo que va de 2017 se han elaborado 174,25 toneladas métricas de abonos sólidos (compost, bocashi, humus de lombriz), con materias primas orgánicas.


 

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