Cría de aves, en granjas de Manabí.

Avicultores de las zonas afectadas por el terremoto del pasado 16 de abril en Manabí, cierran el año con la reactivación productiva en sus granjas, recuperación de la cartera vencida con sus acreedores y fluidez en la gestión de venta.

El acceso a materia prima con facilidades de pago, otorgado por el sector público contribuyó en esos resultados, comentó Hernán Macías, presidente de la Asociación de Avicultores de Manabí.

“Las granjas avícolas se vieron afectadas en un 30 y 40%, dependiendo del lugar donde se encuentran. En ese momento necesitábamos una mano que nos ayudara a salir del fango y afortunadamente la empresa pública Unidad de Almacenamiento (UNA EP) nos permitió una compra de maíz a plazos, lo que dio un respiro a nuestros clientes”, sostuvo.

Es decir, quienes compraron pollos a crédito en ciertas avícolas no tenían cómo afrontar los pagos debido a que sus puestos de trabajo fueron destruidos en el movimiento telúrico. Entre esos están, los ubicados en el mercado Tarqui, de Manta, que ya fue reconstruido por el Gobierno Nacional.

La UNA EP, bajo lineamientos dados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), colocó 2.234 toneladas métricas de maíz a diez de los avicultores más afectados en la provincia, informó Mao Lam, gerente General de la entidad. Todos ellos cancelaron sus deudas hasta en 90 días de plazo.

“Esto demuestra que el sector es muy responsable, que es capaz de honrar y cumplir con sus deudas. Este sector es muchas veces mal entendido, a veces señalado por parte de cierta banca privada que al ver que somos avicultores como que frenan cualquier solicitud de crédito”, manifestó Jack Romero, Jefe Técnico de Genética Nacional.

Genética Nacional, ubicada en el kilómetro 14,5 de la vía Portoviejo-Montecristi, elabora alimento balanceado para sus reproductoras y el principal componente es el maíz. Esta empresa tiene una capacidad de producción de 7.000 pollitos BB por semana y adquirió 22.000 quintales de materia prima a la UNA EP.

Otro de los beneficiarios de este programa de auxilio productivo es José García Sánchez, quien posee su granja avícola en el sector El Rodeo, en Portoviejo.

“Después del terremoto estuve a punto de cerrar mi granja avícola y mi preocupación eran las 20 familias que depende de esta actividad; pero la UNA EP me facilitó la compra de maíz a plazo por un equivalente de 120 mil dólares. Fue lo que nos mantuvo vivos”, sostuvo García.

García adquirió un contingente de 365 toneladas de maíz, con el que pudo alimentar durante dos meses a los cerca de 100 mil pollos que cría por mes. Para ello reactivó la pequeña planta procesadora de balanceado, que opera de forma artesanal en el sector de San Gabriel, que espera expandirla en 2017.